Pesca de atunes, calamares y paseo por los manglares

Una de las actividades principales en el viaje, además de correr tabla, ha sido ir de pesca. Lamentablemente no hemos tenido mucha suerte en este sentido, hasta hace dos días cuando sacamos dos atunes mientras hacíamos trolling alrededor de la isla de The Hole. Después de aproximadamente 40 minutos de estar avanzando en el dingy a poca velocidad y con el mar movido, el primer atún picó el anzuelo. Por lo menos ahora no íbamos a regresar al bote sin ningún pescado… El segundo atún lo sacamos de regreso al bote en nuestro último intento. Una vez en el bote, vimos que alrededor de él habían decenas de calamares flotando, por lo que agarramos las cañas y los empezamos a sacar, sin embargo, no nos duró mucho la diversión porque después de sacar a 5, estos decidieron irse a otro lugar.

Por la noche después de comer lo que habíamos pescado en el día, Joel (el capitán) nos propuso ir a unos manglares a ver cocodrilos en el dingy. Algunos habían corrido una sesión larga en The Hole en la tarde y estaban cansados (donde el highlight fue el “besito cariñoso” que le dio Felipe al reef) , al final los que se apuntaron para ir fueron Numa, Loly, Javier y Eduardo. Salimos del bote armados con un hacha, tres linternas y bastante cerveza. Cuando llegamos a la boca del río nosotros pensábamos que el paseo iba a ser recontra tranquilo y que no íbamos a tener que hacer nada, que el hacha solo la habíamos traído en caso de emergencia…

Sin embargo, pronto la vegetación se empezó a poner mas densa y empezaron a aparecer troncos que habían caído encima del angosto río. El capitán, que estamos sospechado había consumido los polvos energéticos de Sebastian, decidió que su lancha era una camioneta 4x4 y empezó a pasar por encima de los troncos!!! Como vimos que tenia todo bajo control, no le dijimos nada y simplemente nos aferramos al bote para no caer en el río infestado en pirañas y con cocodrilos de hasta 18 pies.

Llegamos a un punto en el que habían dos troncos (grandes) uno detrás de otro. Llego el momento de usar el hacha. Numa comenzó golpeando el tronco hasta que llego al centro, punto donde el tronco se puso como una roca y ni el mismo Tarzán pudo seguir. Después el tocó a Eduardo, quien pudo hacer un poco más de hueco, sin embargo el tronco seguía como una roca, luego siguió Javier y Loly, hasta que el capitán, harto de que no podamos romper el tronco, agarró el hacha y se puso a golpear el tronco junto con los gritos de motivación de Numa que le decía :YOU HATE IT MAN!!!! BREAK IT!!! YOU CAN DO IT!!!! THINK OF YOUR EX AND BREAK IT!!!! YOU HATE IT!!!!!!!!!!. Fueron tales las palabras de motivación y la intensidad de las mismas que el capitán entró en un estado de trance y casi ya en el último golpe soltó el hacha y se cayo al río… a 6 pies de profundidad…y con pirañas y cocodrilos…

Todos pensamos que ya sería hora de dar media vuelta y regresar por donde vinimos, pero no!!!!! Numa y el capitán decidieron diseñar una especie de anzuelo para tratar de sacar el hacha, cosa que obviamente no lograron. Ahora sí pensamos que ya era hora de regresar, pero no! Joel decidió que si iba lo suficientemente rápido contra la parte rota del tronco, íbamos a poder romperlo y con la misma velocidad treparnos en el segundo tronco!!! Pensamos que estaba bromeando hasta que nos dijo HOLD ON y aceleró contra el tronco. El primer tronco se rompió tal como esperábamos, pero nos frenó un poco y esto hizo que nos quedemos atracados en encima del segundo tronco y nos empezamos a balancear de un lado para otro.

Sinceramente, todos pensamos que nos íbamos a voltear o por lo menos íbamos a tener que pedir ayuda para que nos rescaten, pero el capitán no pensaba lo mismo. Joel se trepó al tronco y comenzó a empujar. Numa y Eduardo también empujaban con los remos, mientras que Loly se aseguraba se que las chelas no se caigan y Javier se orinaba del miedo a un costado. Luego de unos cuantos segundos, logramos sacar el bote del tronco, ahora el problema era que Joel se quedó parado en el tronco y el bote empezó a avanzar, por lo que Joel decidió saltar hacia el bote y cayó al costado metiendo medio cuerpo al río.

Felizmente logramos pasar este obstáculo, que no seria el ultimo. Avanzamos un poco mas y tuvimos que pasar por encima de unos cuantos troncos más y romper un poco de ramas hasta que llegamos a un punto en el que habían como 5 troncos, uno encima de otro. Acá si dimos media vuelta y regresamos al bote sanos y salvos.